¿Quién dijo que en la vida no se sufría? ¿Qué persona es tan fría como para no sentir compasión y pena por los demás? ¿Quién cree que el mundo es de color de rosa?
Por mucho que la gente piense que "los niños nacen con un pan debajo del brazo", nadie se ha librado nunca de sufrir una decepción, sentirse solo o querer morirse por su tan gan estado de tristeza, lo que se entiende por "depresión" en términos modernos.
Cada día nos encerramos más en nosotros mismos, tendiendo a dejar afuera todo lo que hay a nuestro alrededor, tanto bueno como malo.
Es cierto que las nuevas tecnologías son de mucha utilidad (sin ellas no podríamos estar creando y renovando este blog), pero nos separan de relacionarnos con los demás.
Muchas de las penas y tristezas que sufre el mundo se deben a que nos sentimos bastante solos e inseguros.
Cuando una persona cae en las garras de una "depresión", va viendo como el mundo a su alrededor cambia y se desmorona completamente siendo tan sutil a la hora de hacerlo que, cuando la persona afectada pertende detenerlo, ya es demasiado tarde.
A partir de entonces tendemos a encerrarnos en nosotros mismos y a echarnos la culpa de todo.
Ahí es cuando la gente que te rodea empieza a reaccionar culpándose a sí mismos o a la persona que sufre la enfermedad por haber llegado a esa situación.
Por supuesto, cada persona es un mundo y, por lo tanto, la forma de sufrir y padecer esa tristeza es diferente en cada uno.
¡Que demonios! Cuanto más triste te sientes y cuando tu gente a tu alrededor más quiere apoyarte debido a que te sientes tan mal... más alejado pareces de ellos.
Nadie sabe lo que la vida puede depararnos...Y no es hasta cuando padeces una enfermedad o alguien de tu alrededor puede estar enfermo cuadno tu luz de emergencia se enciende como diciendo: "¡Cuidado chaval, estamos hablando de la vida y de la muerte!"
En ese momento te das cuenta de las pequeñas cosas que te van ocurriendo durante la vida y que tachas de insignificantes.
¡Ahhh! Pero cuando te ocurre algo malo, echas las manos a la cabeza y exclamas "esto no puede ser cierto"... Pero lo es, porque hoy puede ser el primer día qeu te pueda ocurrir algo malo a ti o a los de tu alrededor.
Cuando piensas que vas a perder a alguien entonces te das cuenta de que le das poca, por no decir muy poca o ninguna, importacia a lo que tienes.
Por eso existe una frase, que a mí me gusta mucho y que dice así:
"Nunca sabes lo que tienes hasta que lo pierdes"
Así que solo nos queda tener esperanza y esperar que nos volvamos un poco más sabios aprendiendo a saber que las cosas más pequeñas e insignificantes son las más importantes y las que más cuentan.
Por eso no hay que precipitarse con aquello que no tiene una segunda oportunidad pues podemos arrepentirnos muy tarde por lo que pueda suceder.
Y sin más dilación... ¡hasta la próxima entrada!
